Desde que estoy trabajando en el sector he escuchado esta frase en un sinfín de ocasiones, siempre es utilizada como justificación, sobretodo por aquella gente más veterana en el sector, y siempre he tenido la misma impresión, ¡ Que grave error!.
Creo que esa frase evidencia la tendencia de los últimos tiempos de muchos profesionales y departamentos de IT ya que considero que esta máxima es la escenificación del inmovilismo y de la falta de inquietudes de nuestro sector.
Siempre hemos de preguntarnos el porqué de cada cosa y cuando las cosas funcionan, la pregunta que deberíamos formularnos es ¿podemos hacerlo mejor? o ¿sí lo cambiamos funcionará más rápido, de forma más eficiente, con menos recursos, etc?
Aquellos profesionales con más éxito, aquellos departamentos de IT más representativos, ejemplares y que ofrecen una mayor utilidad a la empresa son aquellos que son capaces de cuestionarlo todo, de buscar alternativas para mejorar, de invertir en hacer cosas que permitan mejorar los procesos, ahorrar costes o facilitar el trabajo en la organización, todos ellos ofrecen un valor añadido a su empresa y permiten mejorar el funcionamiento del negocio que siempre acaba redundando en un beneficio, monetario, operativo u organizativo al negocio.
Por eso desde hoy he decidido revelarme cada vez que escuche esa famosa frase y cuestionar en cada caso si merece o no la pena tocarlo todo y que hasta ahora haya funcionado.
Ejemplificando sobre el tema de este blog diríamos que porque no hemos de plantearnos cambiar todos los procesos que realizamos hoy en día de forma manual y buscar como hacerlos de una forma más eficiente, ya sea a través de una herramienta de integración (ETL) o bien con procesos automatizados de limpieza, estandarización o desduplicación de datos (Data Quality).
De esta forma igual podemos conseguir eliminar esos cientos o miles de programas PL/SQL, Cobol, Java, XML, etc que se encargan de mover datos dentro de nuestra organización (interfaces ETL) y sustituirlos por un software que permita administrarlos de forma centralizada, auditarlos, editarlos, documentarlos, reutilizarlos, analizarlos, etc, en busca de una mayor eficiencia y coherencia en nuestros procesos y sí de paso con ello nos ahorramos problemas de codificación, de reutilización, de necesidad de especialistas en diferentes lenguajes, problemas de perdida de conocimiento por fugas de desarrolladores o problemas de incompatibilidad que en algunos casos nos impiden avanzar o implantar nuevos proyectos, quizás sólo en ese momento nos habremos dado cuanta que el cambio merecía la pena todo y que como se hacía hasta ese momento funcionaba.
¡ Sí funciona, pensemos como funcionaría mejor!
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